En una ocasión en un grupo de estudio al cual pertenecía, alguien hizo esta pregunta: ¿ El tarot fue concebido con un fin adivinatorio, predictivo; o simplemente analítico personal ?
Primero, según mis investigaciones y la propia conclusión del grupo, el juego de laminas fue concebido como método de auto-conocimiento, no era la idea ser un medio adivinatorio ni mucho menos predictivo, esto con el tiempo se degrado y se perdió la costumbre transformándose en un simple y banal juego de cartas, es así que a partir del siglo XVII se fue recuperando y dándole la importancia que se merecía, con la llegada de la rustica imprenta y la xilografía para grabar los naipes, fue dado a conocer a mas personas. Quizás el mas querido y odiado al mismo tiempo fue el famoso Ocultista Francés Jean Batiste Alliette(O como él mismo se hizo llamar «Etteilla») que dedico gran parte de su vida al estudio de esta extraña baraja. Aun en la actualidad los ocultistas y autodenominados «psicomagos» usan algún escrito o significado ya sea numerológico, cabalístico, o alguna correspondencia que Etteilla usaba en sus predicciones y lecturas.
En la actualidad se han creado docenas de «corrientes»: místicas, ocultistas, filosóficas, etc. Pero hoy quiero hablarles de quizás las dos principales, o al menos las que mas trascendencia tienen actualmente en una lectura/consulta de tarot.
La corriente filosófica analítica.
Los tarotistas o tarologos(como normalmente se hacen llamar) cual psicólogos en una consulta, funden sus conocimientos con la baraja y la psiquis del consultante, llegando solo a la parte superficial del problema o consulta en cuestión. No hace falta ser un vidente ni desarrollar nada especial, solo ser perspicaz saber escuchar y saber hablar. Créanme que gran parte de los consultantes solo desean dos cosas 1. Que las escuchen 2. Que les digan si o no. Aunque ellos mismos reflexionando un poco pueden dar con la solución a su situación, pero hay personas que no ven la realidad por si solas. Y necesitan como quien diría: un «empujoncito» para tomar la decisión correcta.
En esta corriente estas las personas «normales» que por el principio de sincronicidad con su baraja(Lo que determino Carl Jung cuando entramos en contacto con algún medio intermediario) puede hacer una lectura de cartas precisa y concisa, mas no predictiva.
La corriente ocultista o mística
Quizás la que mas nos interesa a gran parte de los consultantes en una lectura de tarot(aunque es difícil admitirlo), podemos abarcar temas tan dispares como el amor, la suerte y fortuna, o preguntar por la salud(acá mucho cuidado). Y claro está abarcar ámbitos psicológicos también.
Para ello el cartomante debe ser una persona preparada y tener un poder especial, recibir y percibir emociones, saber canalizarlas, usar las fuerzas espirituales para poder canalizar la respuesta en cada palabra cuando entra en contacto con el medio(en este caso su baraja).
Para llegar a este punto hay un largo camino, hay quienes nacen con un don especial, otros no lo saben, algunos lo perciben y no lo explotan, en este punto no cualquiera puede ser un verdadero y eficaz vidente.
Si alguna vez has percibido mediante los sentidos algo que no debería estar en ese momento y lugar, puede que estés dentro de ese selecto circulo. Los olores, aromas, sentir objetos, personas, dominar a los demás con la mirada, hacer callar a alguien solo con la palabra, hasta en los propios sueños se puede hacer presente y ese don necesita ser explotado.
Muchos místicos desde siglos atrás han tratado de alcanzar tales facultades, pero está claro que muchos no lo han logrado.
Aunque han dejado para la posteridad diferentes estudios, análisis, escritos, pruebas, de que es real y existe aun desde la escritura del antiguo testamento. Predecir con las cartas o alguna otra mancia es posible.