Esta carta simboliza nuestros poderes inconscientes, nuestra discreta intuición, el don para adivinar y una certidumbre intensamente arraigada aunque generalmente inexplicable.
Es la clave en la búsqueda de la verdad entre los misterios que llaman la atención de nuestra curiosidad e inteligencia. A su vez la suma sacerdotisa entiende que lo que llamamos “verdad” siempre estará cambiando constantemente ya que no existe una verdad absoluta. Su lado luminoso expresa paciencia, entendimiento, tolerancia, bondad y la disposición al perdón,
También se expresa como una protectora, bienhechora o clarividente además usa el poder de las fuerzas inconscientes en beneficio de los demás. Su lado oscuro, por el contrario, responde al arquetipo de la “hermana oscura”, o el de la bruja que usa sus poderes intelectuales para cautivar, paralizar o dañar a los otros. Pero al momento de interpretar el tarot siempre se destaca su lado amigable y propenso a ayudar. Tradicionalmente se le considera como una las cartas protectoras. Algo que está en armonía con la mitología cristiana, la cual dice, aquel héroe que este bajo el cuidado de la virgen estará totalmente protegido.

En el terreno profesional
La suma sacerdotisa, puede indicar dos cosas, o bien señala que nuestras actividades están en armonía con los temas de esta carta, como puede ocurrir en campos amplios como la terapia, la intuición o el esoterismo, o también caracteriza la actitud que tomamos en nuestra vida profesional. Esto quiere decir que nosotros afrontamos a nuestras tareas diarias con paciencia y sinceridad, que estamos totalmente preparados para aceptar nuevas tentaciones e incentivos, y además, al dar un paso en el campo profesional, la última decisión la tomara nuestra voz interior.
Mientras se mantenga esta postura se viva de forma reflexiva y sensata, te hará sentir satisfecho y gratificado, como si alguien te estuviera cuidando. Pero si por el contrario nuestro comportamiento llegara a descarrilarse frente a los demás, usted cobrara un aspecto caprichoso, impredecible e incluso amenazador
En el ámbito de nuestra conciencia
Esta carta puede simbolizar ese lapso de tiempo en donde dedicamos nuestra atención a lo inconsciente y a las imágenes que nos puede mostrar el alma, como las fantasías y sueños creativos, como en los que descendemos a los tesoros de las profundidades para levantar el velo con el que la suma sacerdotisa oculta sus conocimientos secretos o “la antigua verdad” hace tiempo ya encontrada pero que debe ser descubierta una y otra vez.
En este viaje, el entendimiento dualista no podrá logra diferenciar entre el bien y el mal. La “sabiduría del seno materno” esconde el secreto de la polaridad inherente, la cual nos permite a todos ver con fascinación y al mismo tiempo con temor al rostro de la Albinegra Isis, sin que jamás logremos estar seguros de sí estamos enfrente del bien o del mal.
En el terreno de nuestras relaciones personales
Esta carta demuestra primordialmente su lado luminoso, intuitivo, discreto; simboliza la comprensión, afecto profundo, proximidad y cercanía espiritual, delicadeza y tacto en el trato mutuo y la certeza de que una cuerda invisible nos une a nuestro compañero. Pero en las épocas en las que vivimos solos, esta carta quiere decir que estas a gusto y satisfecho con tu estilo de vida o que estas paciente, totalmente dispuesto y abierto a la posibilidad de una nueva relación, escuchando solamente a tu voz interior y sin forzar las cosas o sin que estas nos fuercen a nosotros.